miércoles, 10 de agosto de 2011

Baby, you're a big girl now. (o de como descubrí que ya no soy una adolescente aunque me empeñe en comportarme como tal.)

Estuve todo lo que va del año planeando los nueve días que acaban de pasar, todo empezó con la idea de ir a un festival de música por la pura palomita en mi lista de cosas por hacer, en un año que tenía sin duda las metas más ambiciosas de mi vida, no por el viaje, sino por reparar todo lo que de alguna manera me puso en un círculo vicioso de mediocridad y mala suerte. Se veía lejano, estaba rota por todos lados, empezando por la cartera en números rojos, mi trabajo no me hacía feliz, mi relación más importante se rompía irremediablemente y las reacciones negativas que eso me provocaba solo dañaban lo que quedaba sano, como la ralación con mi familia y con mis amigos.

Por ahí de abril pusieron los boletos a la venta y el mismo día que comenzaron a venderlos había anuncios por todos lados de que se iban agotando rápido, yo lo único que tenía para esas fechas era una corazonada y mi tarjeta de crédito, elementos que al final fueron suficientes para forzar la planeación. Todo sucedió como avalancha, esa corazonada fue lo suficientemente fuerte para mover las vibras y circunstancias adecuadas y que al final de esa misma semana tuviera un boleto de avión, un boleto para Lollapalooza y nueve días de viaje que al final se distrubuirían en tres ciudades diferentes: Washington DC: lugar que fue mi casa por al rededor de 17 meses, Nueva York: Mi lugar favorito en todo lo poco que conozco de este planeta y Chicago donde culminaría el viaje con música todo un fin de semana. 

Los meses fueron pasando y siempre hubo dentro una dosis de increedulidad del mismo tamaño que la corazonada que detonó todo el viaje, al grado que lo intenté boicotear varias veces, con pretextos casi legítimos que se traducían en miedo y en sentir que no podía irme hasta resolver todas las cosas que me tenían incómoda conmigo. Poco a poco se resolvieron todas, pero eso no fue hasta un día antes de la fecha del viaje. 

Llegué al aeropuerto sin dormir, sin desayunar y sin necesidad de ninguna de las dos. No recuerdo la última vez que sentí mi corazón latir así de fuerte al mirar por la ventana del avión y ver culminado un largo camino de reconstruir todo lo roto.



Cada ciudad me enseñó cosas diferentes, en cada lugar vi reflejos de mi misma muy distintos, algunos completamente nuevos y otros que perdí de vista por años y se aparecieron para recordarme de otros días donde la vida se veía con otros filtros. 

Son cerca de las dos de la mañana del martes/miércoles dando vueltas en mi cama pensando en cada uno de los 9 días que duró mi viaje y cada una de las cosas que pasaron antes de que ese momento llegara, solo sonrío. Bob Dylan me canta de cerca 'You made it there somehow, you're a big girl now.'



No hay comentarios:

Publicar un comentario