martes, 12 de julio de 2011

Reconciliación (o lo que es lo mismo: No estaba muerto, andaba papando moscas**)

Hola hoja en blanco, long time no see. Supongo que desde marzo que fue mi última publicación en este espacio tendría muchas historias que contar, pero al momento de sentarme a tratar de recrear todo lo que me pasó por la cabeza en poco más de tres meses, no lo logro. 

Podría poner mil pretextos, la locura, el estrés, el trabajo, lo que me ocupa, pero eso no debería de ser un impedimento, al contrario, a partir de ahí es donde surgen (o deberían surgir) estos momentos en los que decides que tienes algo que decir.

Por más que me esfuerzo no logro volver a sentir la furia o la tristeza o la euforia que me inundó por momentos en los que pasaron por mi cabeza textos increíbles que deseaba compartir.  La musa, si es que existe,  vino varias veces y la dejé pasar, platiqué con ella, le invité varios cafés y otros tantos tragos, me dijo millones de cosas y yo no tuve la atención de tomar notas, chingao. 

Y entonces hoy en la mañana entre las carreras y el tráfico me reclamó muy sentida el no haber retomado una sola de nuestras conversaciones, ni las profundas, ni las triviales, ni las divertidas, no, nada, cero. Entonces se bajó del coche y se fue muy indignada, yo traté de convencerla de quedarse pero estaba molesta, con justa razón, y pues nada, aquí estoy, tratando de hacer las paces con ella esperando que después de semejante ofensa se conmueva un poquitito al leerme arrepentida y regrese. 

Después de meses, esta hoja en blanco me resulta más complicada que las demás porque en realidad si miras con detenimiento, no está en blanco, tiene una sopa  de letras que está ahí, esperando a ser resuelta en el orden preciso. Esta hoja es un rompecabezas de 2,162 piezas, que no trae foto en la caja, me toca imaginármela y aquí estoy, tratando de armarlo y encontrarle forma. 

La buena noticia es que todavía nos quedan las imágenes y la música y los colores y las texturas y muchas más hojas en blanco con letras en desorden esperando a ser descifradas. Si ven a la musa, díganle que ya entendí, que ahí voy caminando las calles y mirando a la gente y escuchando canciones y maravillándome de lo que veo, todo esto con mi hoja en blanco y una pluma por si llega a dictarme un memo. 

**Nota del autor: Amo el término 'papando moscas'